Comenzó como diseñadora freelance después de graduarse en 2019. Su dedicación a las técnicas de ilustración digital que aprendió le permitió evolucionar constantemente. En 2022 fundó su propio estudio creativo, y ahora en 2025 dirige un equipo de ocho ilustradores especializados en contenido para marcas sostenibles.

"Las bases que construí durante mi formación siguen siendo el núcleo de mi trabajo diario. Cada proyecto nuevo me permite expandir esas técnicas fundamentales de maneras que nunca imaginé", comenta Esperanza desde su estudio en Barcelona.

Su evolución desde illustrador principiante hasta artista reconocido internacionalmente demuestra el valor de una formación sólida. Después de completar su programa en 2020, Matías desarrolló un estilo distintivo que combina técnicas tradicionales con herramientas digitales avanzadas.

Sus obras han sido exhibidas en galerías de Madrid, Berlín y Nueva York. "Cada año descubro nuevas aplicaciones para los conceptos fundamentales que aprendí. La creatividad no tiene límites cuando tienes bases sólidas", reflexiona Matías, quien actualmente prepara su primera exposición individual para septiembre de 2025.

Su transición desde arquitecta a directora creativa en una agencia digital ejemplifica cómo las habilidades en ilustración digital pueden abrir puertas inesperadas. Carmen integró su formación técnica previa con las competencias creativas desarrolladas durante el programa.

"Mi background en arquitectura y las nuevas habilidades en ilustración digital crearon una combinación única que las empresas valoran mucho. Ahora lidero proyectos que fusionan diseño espacial con narrativa visual digital", explica Carmen, quien recientemente fue promovida a directora creativa senior en una consultoría de experiencias digitales.